jueves, 25 de marzo de 2010

iMitando a lA mAdame

Cuenta la mitología que hubo un dichoso día en que Midas, rey de Frigia, se encontró un buen día meando entre sus rosales a un viejo beodo al que inmediatamente reconoció como al maestro Sileno, padre adoptivo de Dioniso, que era el dios del bebercio, y ya se sabe, que de tal astilla (postiza) tal palo. El bueno de Midas invitó a Sileno a su boda gitana, y durante diez días y diez noches de desenfreno, enganchando un pedo con otro, Sileno divirtió de lo lindo a Midas y toda su corte, y a su vez éste trató al viejo de maravilla, porporcionándole cama, cobijo, y barra libre.

No obstante cuando pasaron los días, Midas metió a Sileno en el carromato y le dijo: abuelete, ya es hora de que vuelvas con tu hijo a que te aguante él. Y pallá que se fueron. Dioniso, que por entonces ya andaba preocupado por cuál sería la acequia en la que encontrarían el cadáver del bandarra de su padre cubierto de fichas y naipes marcados, se alegró sobremanera de verlo en (relativamente) buen estado, y sobre todo de que no viniese a pedirle dinero para pagar a "esos señores tan simpáticos de allende los Urales", y agradecido a Midas, le dijo: pídeme lo que quieras, mientras pensaba para sus adentros: A ver de qué modo te devuelvo la putada.

Midas le dijo: quiero convertir todo lo que toque en oro.

Estás seguro? le contestó Dioniso (mientras pensaba: no me lo puedo creer, me lo está poniendo a huevo!!!. Este ha oido pocos chistes de genios que se lo toman todo al pie de la letra)

Total, que cuando Midas descubrió que hasta el pan y los cubatas se le convertían en oro apenas los tocaba, y pasaba hambre, y sobre todo sed, le pidió a Dioniso que le volviera a quitar el don, que se había pasado un pelín.

Del mismo modo, hay por ahí una señora que se dedica a trovar, y que es una especie de Midas, porque todo lo que toca lo convierte en poesía. Alrededor de su blog, a la gente le ha dado por volverse poetas, y escriben, unas cosas!!

La buena señora anda algo baja de ánimos por lo que se ve, y es posible que ande incluso planteándose si debería de ir a pedir que le quiten el don, cuando quizá no se da cuenta de que ese don, a diferencia del de Midas, no lo pidió, sino que es innato, por lo que tendrá que vivir con ello para los restos...

El historiador improvisado y aficionado aquí presente, el humilde narrador omnisciente de esta historia, confiesa que no tiene elementos de juicio como para saber ni lo que le ocurre, ni cuál pueda ser el remedio, pero se propuso con sus desatinos, al comienzo de estas líneas, hacerla reír un rato a ella, a la narradora cuyo estilo ha plagiado descaradamente, y a todos esos poetas que crecen como verde y brillante hierba a su alrededor, para que destaque aún más el profundo rojo de los pétalos de la rosa que sostiene en sus manos, y a la que mira fijamente mientras piensa: Serás tú, la que me vas a dar la respuesta?

3 comentarios:

  1. No merezco tanto, en serio... jo... no sé que decir... Bueno, sí, que como buen andalú eres un exagerau :-)
    Gracias.

    Meñana te doy dos sonoros a cada lao :-)

    M

    ResponderEliminar
  2. exageraos los andaluces?¿ oju! lo que pasa es que sabemos apreciar lo bueno y no se nos caen los anillos por reconocerlo :)

    por cierto, rayajo, mira
    http://www.youtube.com/watch?v=CmJDbVUWJW0

    ResponderEliminar
  3. Si vivo con uno, querida... :-)

    M

    ResponderEliminar