Esto le va a encantar a dos tipos que llevan los mismos apellidos que yo...
Parado en un semáforo, de pronto lo he visto cruzar, con su habitual pachorra, su chulería, y su puro. No me lo podía creer, pero si para este tipo no pasan los años!!, pensaba mientras él sorteaba los coches que empezaban a hacer rugir sus motores porque le semáforo se abría en segundos...
Esta vez no he dudado. Bueno, las otras dudé después, cuando ya era tarde, y me quedo preguntandome por qué cóño no he llamado la atención de la persona en cuestión, y la paro, y la saludo, y le digo cuánto me alegro de verla.
Como decía, hoy no he dudado y, cruzándome de carril, y girando hacia la derecha, he llegado a su encuentro, he montado literalmente el coche en lo alto de la acera, y me he bajado.
Ya mientras me acercaba a él, me ha mirado y ha esbozado la sonrisa de "a tí te conozco"
A ver si mi memoria no es tan mala... Don Antonio Roldán!, le he espetado
Sí señor, me ha contestado él... y tú eras...?
No he querido torturarle mucho -él tuvo miles de alumnos durante su carrera - y de inmediato le he recordado mi nombre y apellidos. Y se acordaba, porque me ha dado muchos datos que demuestran que se acordaba de mí perfectamente.
Cuánto me alegro de verle
Este señor fue uno de mis maestros en el colegio. Su incombustible puro, le valió el eterno apodo de "EL PUROS", apodo que a él parece ser que entonces no le hacía gracia. Era un gran profesional, buen maestro, con aplomo. Yo espero que se me haya pegado algo de él. Es de esos. De los que esperas que se te haya pegado algo de ellos.
Ha sido emocionante verlo. Verle sonreir al reconocerme. Supongo que sonreir al ver que un alumno suyo de la EGB, con 40 años para el coche encima de la acera para bajarse a saludarlo. Y ha sido emocionante tener los santos cojones de una vez por todas para dejar de ser tan capullo, y lanzarme a saludarle, que no sé por qué, me quedo petrificado, y luego pienso: quizá haya sido mi última ocasión para saludar a esta persona.
Aún le recuerdo, viéndolo desde el autobús del cole, plantado en la acera con su puro (ha cambiado poco de aspecto, creo que encontró el santo grial) con sus gafas de sol, mientras un compañero de clase le gritaba desde la seguridad de la ventanilla: "Don Antonio!! cómo está el puro?" y él, haciendo un gesto totalmente Clint Eastwood con la mano, le contestaba, ven, ven pacá y te lo digo...