Creo que ya he dicho alguna vez que lo que realmente me gusta más de mi trabajo es conocer gente. Gente estupenda que está ahí, agazapada, esperando en sus casas, a que tú vayas, y les conozcas. Alguna vez algun cliente me ha querido convidar, servirme algo de beber, cosa que (casi) jamás acepto, salvo en unos poco, poquísimos contados casos, en los que ha reinado tal buen rollo desde el principio a fin, que la cuestión no ha sido un "tomate esta cerveza que te pongo" sino, "vamos a echarnos una cervecita, colega!". Es decir, gente a la que me ha encantado conocer, y que he considerado que ha sido como un premio conocerlas, y poder charlar un rato con ellas. Algunas de estas personas han querido premiarme de algun modo (lease, propinas, cuya aceptación está desaconsejada por nuestro manual de estilo) y les he tenido que explicar que para mí el premio ya ha sido conocerlos y tener un rato de conversación. Sí, exacto, esta frase suena a peloteo repugnante... hasta que el que la escucha se da cuenta de que se lo estás diciendo DE VERDAD.
Un día conocí a un técnico argentino de ordenadores DELL, con el que tuve una charla muy amigable, y al final de la instalación, la última del día, vino con dos latas de cerveza de color azul (observese la GRAN diferencia entre venir con UNA lata de cerveza, y venir con DOS) y me dijo: estas las compré en el mercadona pensando que eran sin alcohol, por eso del colorcito azul, pero ya verás. 10 minutos después nos despedimos entre abrazos. Por cierto, lásrima de cerveza, que ya no la encuentro en el mercadona. La han debido de retirar porque estimula la felicidad.
Ayer no hubo cervecita, no eran horas, pero hubo conversación, empatía. Había quedado con una mujer para hacerle un alta de línea, y al llegar y tocar a la puerta, no abrió nadie. Llamé a la mujer la móvil y me dijo: Insiste, que está mi marido, es que está durmiedo, pero tú aporrea el timbre que ya saldrá. Costó un rato más, y la intervención de su suegra, que vive cerca, para que al final este hombre saliera. Muy amable, me condujo al salón, para que pudiera empezar mi trabajo. Al preguntarle: ¿Dónde quiere que te instale la ADSL? me dijo: Aquí, en el despacho.
Hala! que SG más chula!
Sí, verdad?
Joder!! tienes una Epiphone Casino!
Vaya!, se ve que entiendes de esto.
Bueno, un poquito... me gustan mucho las guitarras.
También tengo una telecaster... (momento violines-aleluya de Haendel) pero ayer estuvimos tocando en una sala y sigue allí.
Ohhh, que lástima
Pero tengo una Rickenbacker...
Waw! me la enseñas, por favor?
Claro, claro!!
Se dirige a un armario emportrado gigasntesco y lo abre de par en par. Diviso al menos 4 fundas rígidas de guitarra (momento violines-aleluya de Haendel) y extrae una de ellas
Dios! que preciosidad... estaba en éxtasis: Por primera vez una rick en mis manos...
Mira: esta es la Les Paul (momento violines-aleluya de Haendel)...
Esta pesa un huevo, porque es de madera maciza
Pasamos un rato hablando de música mientras le terminaba de configurar las conexiones. Le dije que mi canción favorita de los Beatles era "I've got a feeling" y dijo: ah!, sí!, muy buena... y sacando de su soporte una acústica Seagull (hecha a mano) (momento violines-aleluya de Haendel) empezó a tocar a la perfección, el característico riff de ese tema tan... en fin...
Me dio
su myspace y yo le prometí que lo colgaría aquí
Fue un placer conocerle, y prometo dedicar un rato a escuchar lo que hacen... y bueno, perro, habrá que ir a verlos, no? Seguro que cuando eches un ojo a su myspace contestarás que sí.
PD. Esto, más que un post, es un chisme contado a 4 amiguetes a los que sé que probablemnte les hubiera gustado estar ayer en mi lugar: perroandaluz, ROMBO, Amparo Bellot y Jóse Bellosta.