Las ví de refilón en el mercadona y me dije: mías!! Hoy era la noche, tras un rato agradable y un paseo con alguien que cada día me cae mejor, he llegado a casa y me he dicho: vamos a probar la ámbar. Va por tí, Madame...
Pero vaya panda mataos! Cómo se nota que me caí en la marmita de Mahou con cuatro años :-) A mi la 1925 me parece flojita (me encanta, ¿eh?) y la Ámbar... no sé...como cuando voy a Zaragoza la bebo por hectolitros...
Otro dia te tomas otra por mi, que yo también soy socio de Ambar.
ResponderEliminareso está hecho... es que esta es como la 1925, que hay que tomársela con calma. No veas cómo pega!
ResponderEliminarSoy más de vino, aunque no le hago ascos a una Ambar en verano o una Marlen (creo que son de la misma familia).
ResponderEliminarJo, pues yo no la he catao -vamos, ni sabía que existía- , pero si pega como la 1925, de una no paso :-)
ResponderEliminarPero vaya panda mataos! Cómo se nota que me caí en la marmita de Mahou con cuatro años :-)
ResponderEliminarA mi la 1925 me parece flojita (me encanta, ¿eh?) y la Ámbar... no sé...como cuando voy a Zaragoza la bebo por hectolitros...
M
Si el monje hablara..
ResponderEliminar