Jacinto deja por un momento de tender y levanta la vista hacia Sandra, que lo mira interesada mientras se toma el café. Hace unos 10 minutos ella llegó a visitarlo, y a proponerle salir al cine, y él le contestó: He de tender la ropa. ¿Quieres un café mientras esperas? son 5 minutos
Finalmente Jacinto contesta: ¿A qué te refieres?
Sandra dice: ¿por qué sujetas todas las prendas con dos pinzas del mismo color? ¿No es un poco obsesivo?
Bueno, en cierto modo sí. Es decir, me gusta que las cosas sean regulares y simétricas.
Pero entonces... ¿Siempre te entretienes en ordenar las pinzas por colores, o en rebuscarlas dentro de la cesta? La ropa se va a a secar igual, ¿sabes?...
Jacinto contesta: Es que cuando ya las has colocado un primera vez, al recoger la ropa y volverlas a poner en el cesto, siempre quedan más o menos ordenadas. De modo que al volverlas a coger, otra vez las cojo en el mismo orden. Una vez ordenado un universo de cosas, funciona como un reloj...
Sandra deja la taza del café y se acerca: Sí, sí, muy listo, pero... ¿Y si ocurriera un cataclismo en ese universo? reponde mientras mete la mano en el cesto y la agita y remueve, con la clara intención de desordenarlas, cosa que consigue. ¿Eh? ¿Y ahora qué?
Jacinto no responde: está ocupado pensando en que el cataclismo acaba de comenzar...
Ups, pues yo hago eso :-) Escojo pinzas del mismo color (preferentemente), o al menos que peguen entre sí, y por supuesto que concuerden con la ropa. Y si, si no andan en orden rebusco en la cesta para encontrarlas. Y sé que la ropa se va a secar igual obviamente pero... pudiendolo poner bonito, por qué no hacerlo? Me voy a poner la lavadora!
ResponderEliminarEso es que tú debes ser familia de Jacinto...
ResponderEliminarjaja, tabién creo que eso al menos te hace transformar algo aburrido en algo mas o menos entrenido :-) y ... esto me recuerda que ayer puse una lavadora y se ma ha olvidao colgarla!!!
ResponderEliminarBueno... a mí también me suele atacar esa manía, sólo que ahora no tanto al tender la ropa. Cuando más me pasaba era al colocar las pinzas en el tendedero de dentro, en invierno... ahí sí, me llevaba mi tiempo, pero me las colocaba todas por orden de colores. Es más, entre las del mismo color, pero descoloridas por el sol o no, también las separaba... hay que ver en las tonterías que se va el tiempo...
ResponderEliminarPor cierto, me ha gustado mucho el relato, Raya.
Qué bueno el relato!
ResponderEliminarYo tenía una amiga que hacía eso y según iba tendiendo yo iba por detrás cambiando las pinzas para que no coincidieran!! Se cogía un cabreo!!
Buen relato. En casa usamos pinzas de madera, no sé porque siempre compramos de madera.
ResponderEliminarPrimero cuelgo con las más nuevas y termino con las más usadas, otra manía extraña.
... y grupibloguera, porque todos los comentadores reconoceis tener alguna rareza al respecto!
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