lunes, 8 de diciembre de 2008

Soy transparente

Camino por la calle, acabo de aparcar, y me dirijo a la entrada de la central en la que hoy me toca trabajar. Allí trabaja una antigua compañera del instituto, en las oficinas, y por segunda vez coincido con ella en la puerta, así que en esta ocasión le espeto: No te acuerdas ya de mi eh? muy mal!! me mira con cara de asombro y me dice: Hmmm, no, de qué te conozco? y yo le contesto algo así como: haz memoria... (aclaración: cuando estudiábamos juntos, yo era el único varón, de una clase de casi 40 personas: todo tías, menos yo)

La semana acaba, y voy ultimando mis planes. Llamo a un compañero, pero no me coge el teléfono. En la central pido que alguien me marque un número, pero nadie contesta.

En la cafetería, tras un rato esperando a que el camarero de todos los días me cobre el café, veo como por fin se acerca, a cobrarle al de al lado, que llegó 10 minutos después que yo.

Todas, absolutamente todas las personas que quedaron en llamarme, no sé que ha sido de ellas, no tengo noticias, no me llaman. También he quedado con una clienta que cuando llego a su casa no está.

De vuelta a casa un tipo se salta criminalmente un STOP a mi paso, obligándome a frenar bruscamente para no comérmelo.

Y caigo en la cuenta: lo que pasa es que me he vuelto transparente. Y recuerdo que un día deseé serlo. Ojalá fuera transparente, o invisible, que viene a ser lo mismo, para no tener que aguantar a tanto cantamañanas... Pues claro!! resulta que lo he conseguido!!

Y ahora que soy transparente, maldita la gracia que me hace...

3 comentarios:

  1. Je je, Qué bueno!. Pues sí, hay un dicho que dice(porque si no dijera no sería un dicho); "Ten cuidado con lo que deseas porque se puede hacer realidad"... amigo mío, hoy te viene a huevo

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  2. Ya ves, tanto pedirlo, y cuando se cumple, no lo queremos...

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  3. jajajaajajajja

    Pues sí, ¡cuidado con lo que se pide.... porque se concede! Eres uno de esos afortunados.

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