miércoles, 24 de diciembre de 2008

Play mientras lean, amigos



Yo, que soy mortal, perecedero, impredecible, estúpido, orgulloso y metepatas, y a la vez frágil, sensible, llorón, tremendamente previsible y, por supuesto, contradictorio. Yo, que canto en la ducha, que ando por la calle sintiéndome observado, que busco una vida mejor partiendo de la que me ha tocado vivir, pero que le encuentro todo el sentido cada vez que me arrodillo para recibir un abrazo.

Yo, que no soy más que una persona, buena, mala o regular, lista o tonta, llorona o chistosa, ignorante o sabia, según en cada momento me dé por ahí, pues hoy me siento aquí y escribo esto, con la intención de dedicarselo a perroandaluz, que ha tenido el mal gusto de hacerse amigo mío, para que se lo lea sumergido en la música de ese genio llamado José Ignacio García Lapido, que él sabrá apreciar en su justa medida.

Las penas compartidas, ya se sabe...

3 comentarios:

  1. Una gran definición de persona.
    Gracias aunque creo que como de costumbre no se me ha entendido.
    Lapido toca en enero en armilla, a ver si esta vez hay más suerte.

    ResponderEliminar
  2. pero que le encuentro todo el sentido cada vez que me arrodillo para recibir un abrazo. ----

    Yo ya no me arrodillo, cuando van creciendo parece que los rechacen... pero NO... tú sigue haciéndolo. Cuantas más veces mejor, sobre todo cuando se enrabian. (consejo de mamapato)

    ResponderEliminar