jueves, 21 de julio de 2011

mÓnica

Lo sé, sé que dije que no escribiría más. Pero esto me ha movido a escribir.

Hoy, me avergüenzo de pertenecer a la especie humana. Hoy, me avergüenzo, por quien debería avergonzarse, porque sabio era quien inventó en término de vergüenza ajena. Me avergüenzo de ser un hombre.

Hace falta ser animal, hace falta tener mala baba. Hace falta ser salvaje. Matar a alguien es tremendo. Matarlo porque sí, es aun peor. Matar a alguien de un tiro, de una puñalada, envenenándolo, empujándolo al vacío, incluso quemándolo vivo, es algo horrible... pero matar a tu pareja a puñetazos y patadas, es seña de una violencia tan extrema que me cuesta trabajo soportarla, e imaginarla, cuantificarla.

En ocasiones como esta es cuando desearía que de verdad existiera un cielo, un paraíso terrenal en el que te compensen por la barbaridad que este animal ha cometido contigo, Mónica. Donde puedas sonreír, y reunirte algún día con los que hoy te lloran con el corazón destrozado.


5 comentarios:

  1. a puñetazos y patadas, que horror...no se puede imaginar

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  2. Qué horror lo que pueden hacer algunos "en nombre del amor", ojala la vida devolviera el doble de sufrimiento a los que lo causan... Un saludo rayajo, y gracias por hacernos ver estas puñeteras realidades.

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  3. Ojalá ese individuo nunca hubiera nacido... Nunca...

    M

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