Al principio no tuvo mucha importancia. Era mayor la afinidad que la discordia. Vaya!, mira, dos gaviotas... qué bonitas. El caso es que no se está mal aquí fuera... pero, y cuando refresque? Bueno, ya veremos. Pasaron los días, las semanas... que pasó el tiempo, vamos, y el caso es que ya me cansé de esperar afuera, y hace ya mucho tiempo que no espero, que me marché. No sé si eso es bueno o malo, pero eso es lo que es. Por eso estoy pero no estoy, y cuando estoy, aunque estoy sin estar, me siento incómodo. No sé si la próxima vez seré capaz. No te extrañe nada. Hace tiempo que no respondo de mí mismo. Ya no pongo la mano en el fuego ni por mí mismo. Y nuevamente he de reconocer que no sé a dónde lleva esto. Ni lo sé ni me importa.
Y ahora al que le dé la gana que se dé por aludido, que seguramente se equivocará.
Bueno, mejor no comentar nada. Sólo te diré que yo no me puedo dar por aludida porque no entiendo nada...
ResponderEliminarQue te mejores.
pos me alegro. Decidir pensando en uno mismo es casi siempre una buena idea :-)
ResponderEliminarLeo el post una y otra vez y no consigo descifrarlo. Pienso en el significado que cada frase pueda tener, pero sigo perdida.
ResponderEliminarNo por ello dejaré de intentarlo.
como dijo un tal Jesús, "el que quiera entender que entienda". Yo no es que no quiera, es que tampoco soy capaz... por tanto no me daré por aludida... jeje.
ResponderEliminarAbracito mañanero
Cómo me gusta haceros pensar...
ResponderEliminar